¡Alza la voz por una verdadera justicia!
Hoy tú y yo nos enfrentamos a un desafío histórico que amenaza la independencia y la verdadera justicia de México.
Nos quieren engañar como siempre,
Bajo el pretexto de dar poder al pueblo, el Gobierno impulsa una reforma que, en realidad, entrega el Poder Judicial a intereses políticos.
Y te explico el porqué:
La reforma propone que más de 1.600 jueces, magistrados y ministros sean elegidos por votación popular. A simple vista, parece una oportunidad para que el pueblo participe directamente en la justicia, ¿verdad?
Pero realmente esto es una patraña más del gobierno para fortalecer sus intereses.
Estos aspirantes a jueces, magistrados y ministros deberán pasar un filtro controlado por los tres poderes de la unión…
…y al final no será el pueblo quien elija a quienes impartan justicia, sino los mismos políticos que buscan consolidar su poder.
Yo me pregunto,
¿Cómo se puede impartir justicia imparcial cuando quienes controlan el proceso buscan proteger sus propios intereses?
Como católicos que somos, estamos llamados a defender la justicia y la verdad. Y esta reforma no busca una justicia genuina: busca proteger a los políticos en sus intereses.
Si permitimos que esta reforma avance, estamos abriendo las puertas a un sistema donde la corrupción prevalecerá por encima de la justicia.
Ya nos ha enseñado la historia que cuando la justicia es controlada por el poder político, los derechos más indefensos, incluidos los creyentes, serán los primeros en ser vulnerados.
No podemos permitir que la justicia se convierta en un instrumento de opresión, contraria a los valores cristianos de honestidad y servicio al prójimo.
Por eso hemos lanzado esta petición, pidiendo a la Presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Norma Piña, que decrete la inconstitucionalidad de la reforma al Poder Judicial
¿Puedes firmar tú también? Sólo tardarás 20 segundos.