¡Roban el Santísimo Sacramento en la Catedral de Huacho!
- Adela ha firmado hace 13 horas
- ¡Suma tu firma ahora y haz que esta petición crezca!
Firmar AHORA
Lee nuestra Política de Protección de Datos, con la que protegemos tu privacidad. Al firmar se podrán comunicar tus datos básicos al destinatario de la petición, y Abogados Cristianos te mantendrá informado de novedades.
No está permitido rellenar el formulario con datos de terceros sin su consentimiento. Los menores de 16 años no pueden introducir sus datos personales sin autorización.
¡Han profanado el Santísimo Sacramento en plena catedral!
Sí, así como lo lees,
En la madrugada del 5 de noviembre, unos delincuentes entraron por la fuerza en la Catedral de Huacho.
Forzaron puertas, rompieron accesos, destrozaron capillas…
Pero lo peor no fue eso.
Lo más doloroso fue que robaron la custodia con la Hostia consagrada.
Para la Iglesia, esto no es un simple robo. Es una profanación, una agresión directa a Jesucristo presente en la Eucaristía.
Un ataque a lo más sagrado que tenemos como cristianos.
Y, como suele pasar.
la noticia apenas ha durado unas horas y ya muchos quieren pasar página…como si nada hubiera ocurrido.
Pero no podemos permitirlo.
Es el mismo patrón que estamos viendo en toda Hispanoamérica, primero intentan silenciar la fe, luego profanan templos, y pronto…¿qué será lo siguiente?
La diócesis ha convocado novenarios y actos de reparación, están suplicando que al menos devuelvan la Hostia consagrada.
Suplicando… ¡por algo que nunca debería haberse arrebatado!
no podemos mirar a otro lado.
No cuando se están multiplicando los ataques contra iglesias, sacerdotes y comunidades cristianas.
Por eso hemos lanzado esta petición, pidiendo a las autoridades investiguen, actúen con contundencia y recuperen el Santísimo robado
¿Puedes firmar tú también? Sólo tardarás 20 segundos.
Como ciudadano, quiero expresar mi profunda indignación por la profanación ocurrida en la Catedral de Huacho, donde fue robada la custodia con la Hostia consagrada. Este hecho no es solo un delito material: es una agresión gravísima contra la fe de miles de creyentes y un ataque directo a lo más sagrado para nosotros.
Resulta incomprensible que, pese a la gravedad del sacrilegio, aún no se hayan dado respuestas claras ni acciones contundentes para recuperar lo robado y detener a los responsables.
Les exijo, con respeto pero con firmeza, que actúen de inmediato: investiguen, identifiquen a los culpables y restituyan el Santísimo Sacramento. No permitan que un hecho tan ofensivo quede impune.
Atentamente,